Alzheimer
Enfermedad neurodegenerativa progresiva que afecta la memoria, el pensamiento y el comportamiento. Es una de las formas más comunes de demencia.
ENFERMEDAD DE ALZHEIMER
1. ¿Qué es la enfermedad de Alzheimer?
Es una enfermedad neurodegenerativa progresiva que afecta principalmente a mayores de 65 años. Se caracteriza por la acumulación anormal de proteínas en el cerebro, lo que provoca el deterioro de la memoria, el lenguaje y el resto de funciones cognitivas provocando una pérdida de la autonomía funcional.
2. ¿Cuáles son los primeros síntomas?
Consulta con un geriatra si notas en el adulto mayor:
-
Olvidos frecuentes de eventos recientes o información importante.
-
Confusión para realizar tareas cotidianas, como usar electrodomésticos o manejar dinero.
-
Dificultad para orientarse, como perderse en lugares conocidos.
-
Problemas para seguir conversaciones o encontrar palabras.
-
Cambios notables en la personalidad, como mayor irritabilidad o aislamiento.
-
Repetición constante de preguntas o historias.
-
Descuido en el cuidado personal, como higiene o alimentación.
3. Etapas de la enfermedad
-
Etapa inicial: Olvidos leves, pequeñas dificultades para planificar o concentrarse.
-
Etapa intermedia: Mayor confusión, pérdida de habilidades prácticas, cambios de humor marcados.
-
Etapa avanzada: Dependencia total, dificultad para hablar y reconocer a seres queridos.
4. ¿Cómo se diagnostica en mayores de 65 años?
El diagnóstico incluye:
-
Entrevista médica completa, incluyendo historia familiar.
-
Pruebas neuropsicológicas, para evaluar memoria, lenguaje y razonamiento.
-
Estudios de imagen cerebral, como resonancia magnética, para detectar cambios estructurales.
-
Punción lumbar (no siempre)
-
Análisis de laboratorio, para descartar causas secundarias.
5. Importancia del abordaje integral
El manejo temprano permite:
-
Iniciar tratamientos específicos, como inhibidores de la acetilcolinesterasa, para retrasar síntomas.
-
Implementar estrategias no farmacológicas, como estimulación cognitiva.
-
Planificar cuidados futuros, facilitando la toma de decisiones informadas.
-
Brindar apoyo a los cuidadores, esenciales en la evolución de la enfermedad.
La detección y manejo adecuados mejoran la calidad de vida del paciente y su entorno familiar.
ARTÍCULOS
ENFERMEDAD DE ALZHEIMER
1. ¿Qué es la enfermedad de Alzheimer?
Es una enfermedad neurodegenerativa progresiva que afecta principalmente a mayores de 65 años. Se caracteriza por la acumulación anormal de proteínas en el cerebro, lo que provoca el deterioro de la memoria, el lenguaje y el resto de funciones cognitivas provocando una pérdida de la autonomía funcional.
2. ¿Cuáles son los primeros síntomas?
Consulta con un geriatra si notas en el adulto mayor:
-
Olvidos frecuentes de eventos recientes o información importante.
-
Confusión para realizar tareas cotidianas, como usar electrodomésticos o manejar dinero.
-
Dificultad para orientarse, como perderse en lugares conocidos.
-
Problemas para seguir conversaciones o encontrar palabras.
-
Cambios notables en la personalidad, como mayor irritabilidad o aislamiento.
-
Repetición constante de preguntas o historias.
-
Descuido en el cuidado personal, como higiene o alimentación.
3. Etapas de la enfermedad
-
Etapa inicial: Olvidos leves, pequeñas dificultades para planificar o concentrarse.
-
Etapa intermedia: Mayor confusión, pérdida de habilidades prácticas, cambios de humor marcados.
-
Etapa avanzada: Dependencia total, dificultad para hablar y reconocer a seres queridos.
4. ¿Cómo se diagnostica en mayores de 65 años?
El diagnóstico incluye:
-
Entrevista médica completa, incluyendo historia familiar.
-
Pruebas neuropsicológicas, para evaluar memoria, lenguaje y razonamiento.
-
Estudios de imagen cerebral, como resonancia magnética, para detectar cambios estructurales.
-
Punción lumbar (no siempre)
-
Análisis de laboratorio, para descartar causas secundarias.
5. Importancia del abordaje integral
El manejo temprano permite:
-
Iniciar tratamientos específicos, como inhibidores de la acetilcolinesterasa, para retrasar síntomas.
-
Implementar estrategias no farmacológicas, como estimulación cognitiva.
-
Planificar cuidados futuros, facilitando la toma de decisiones informadas.
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Brindar apoyo a los cuidadores, esenciales en la evolución de la enfermedad.
La detección y manejo adecuados mejoran la calidad de vida del paciente y su entorno familiar.