Artrosis

Enfermedades inflamatorias y degenerativas de las articulaciones que causan dolor y limitación de movimiento.

Pedro Manuel Sánchez Jurado - Doctoralia.es

ARTROSIS

1. La artrosis es una enfermedad degenerativa que afecta las articulaciones, caracterizada por el desgaste del cartílago y la inflamación del tejido circundante. En mayores de 65 años, es una causa común de dolor crónico y limitación funcional, especialmente en rodillas, caderas, manos y columna.

2. ¿Cuándo deberías preocuparte?

Consulta a un geriatra si presenta:

  • Dolor articular persistente, que empeora con el movimiento y mejora con el reposo.

  • Rigidez matutina, que dura menos de 30 minutos.

  • Inflamación o hinchazón en las articulaciones afectadas.

  • Pérdida de movilidad, dificultando actividades cotidianas como caminar o subir escaleras.

  • Deformidades articulares, como nódulos en las manos.

  • Inestabilidad o sensación de “fallo” de las articulaciones, especialmente en rodillas o caderas.

3. Causas comunes en mayores de 65 años

  • Cambios fisiológicos del envejecimiento, con disminución de la capacidad regenerativa del cartílago.

  • Sobrecarga articular: Por sobrepeso, obesidad o actividades repetitivas.

  • Predisposición genética: Antecedentes familiares de artrosis.

  • Lesiones previas: Fracturas o traumatismos articulares mal curados.

  • Desalineación articular, como piernas arqueadas o rodillas en valgo.

4. ¿Cómo se diagnostica?

El diagnóstico incluye:

  • Historia clínica detallada, evaluando síntomas y su impacto en la vida diaria.

  • Exploración física, para identificar rigidez, dolor y limitación de movimiento.

  • Pruebas de imagen, como radiografías, para observar desgaste articular y formación de osteofitos.

  • Análisis de líquido articular, si se sospechan otras enfermedades como artritis inflamatoria.

5. Abordaje y manejo

El tratamiento debe ser integral y personalizado:

  • Ejercicio físico adaptado, como natación o ejercicios de bajo impacto para mejorar movilidad y fuerza.

  • Control del peso corporal, para reducir la carga en las articulaciones.

  • Medicamentos para el dolor, como paracetamol o antiinflamatorios no esteroideos (AINES).

  • Terapias físicas, como fisioterapia y calor local para aliviar síntomas.

  • Uso de ayudas técnicas, como bastones o plantillas, para mejorar la estabilidad.

  • Inyecciones intraarticulares, como ácido hialurónico o corticosteroides, en casos avanzados.

  • Cirugía de reemplazo articular, como prótesis de cadera o rodilla, si el deterioro es severo.

Un manejo temprano y adecuado de la artrosis mejora significativamente la calidad de vida y la funcionalidad del adulto mayor.

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ARTROSIS

1. La artrosis es una enfermedad degenerativa que afecta las articulaciones, caracterizada por el desgaste del cartílago y la inflamación del tejido circundante. En mayores de 65 años, es una causa común de dolor crónico y limitación funcional, especialmente en rodillas, caderas, manos y columna.

2. ¿Cuándo deberías preocuparte?

Consulta a un geriatra si presenta:

  • Dolor articular persistente, que empeora con el movimiento y mejora con el reposo.

  • Rigidez matutina, que dura menos de 30 minutos.

  • Inflamación o hinchazón en las articulaciones afectadas.

  • Pérdida de movilidad, dificultando actividades cotidianas como caminar o subir escaleras.

  • Deformidades articulares, como nódulos en las manos.

  • Inestabilidad o sensación de “fallo” de las articulaciones, especialmente en rodillas o caderas.

3. Causas comunes en mayores de 65 años

  • Cambios fisiológicos del envejecimiento, con disminución de la capacidad regenerativa del cartílago.

  • Sobrecarga articular: Por sobrepeso, obesidad o actividades repetitivas.

  • Predisposición genética: Antecedentes familiares de artrosis.

  • Lesiones previas: Fracturas o traumatismos articulares mal curados.

  • Desalineación articular, como piernas arqueadas o rodillas en valgo.

4. ¿Cómo se diagnostica?

El diagnóstico incluye:

  • Historia clínica detallada, evaluando síntomas y su impacto en la vida diaria.

  • Exploración física, para identificar rigidez, dolor y limitación de movimiento.

  • Pruebas de imagen, como radiografías, para observar desgaste articular y formación de osteofitos.

  • Análisis de líquido articular, si se sospechan otras enfermedades como artritis inflamatoria.

5. Abordaje y manejo

El tratamiento debe ser integral y personalizado:

  • Ejercicio físico adaptado, como natación o ejercicios de bajo impacto para mejorar movilidad y fuerza.

  • Control del peso corporal, para reducir la carga en las articulaciones.

  • Medicamentos para el dolor, como paracetamol o antiinflamatorios no esteroideos (AINES).

  • Terapias físicas, como fisioterapia y calor local para aliviar síntomas.

  • Uso de ayudas técnicas, como bastones o plantillas, para mejorar la estabilidad.

  • Inyecciones intraarticulares, como ácido hialurónico o corticosteroides, en casos avanzados.

  • Cirugía de reemplazo articular, como prótesis de cadera o rodilla, si el deterioro es severo.

Un manejo temprano y adecuado de la artrosis mejora significativamente la calidad de vida y la funcionalidad del adulto mayor.

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