Dolor neuropático
Dolor originado por daño o disfunción en los nervios, que puede ser crónico y difícil de tratar.
DOLOR NEUROPÁTICO
Es un dolor que aparece cuando los nervios están dañados o no funcionan correctamente. A menudo, este dolor se siente como quemazón, pinchazos, descargas eléctricas o una sensación de hormigueo, y no está relacionado directamente con una lesión en la piel o los músculos.
Consulta a un geriatra si:
-
- El dolor persistente descrito como quemazón, pinchazos o descargas eléctricas.
- Existe hipersensibilidad al tacto, incluso con estímulos leves como el roce de la ropa.
- Tienes sensaciones anormales como entumecimiento, hormigueo o ardor en las extremidades.
- Aparece dolor espontáneo sin causa aparente o que persiste tras la curación de una lesión.
- Produce alteración del sueño debido a la intensidad del dolor nocturno.
- Causa impacto emocional como ansiedad o depresión asociada al dolor crónico.
Causas comunes en mayores de 65 años
-
- Neuropatía diabética: Lesión en los nervios periféricos debido a la diabetes mal controlada.
- Herpes zóster: Dolor postherpético tras un episodio de “culebrilla”.
- Radiculopatías: Lesión en las raíces nerviosas por hernias discales o artrosis.
- Neuropatías periféricas: Asociadas a déficit de vitamina B12, quimioterapia o alcoholismo.
- Accidentes cerebrovasculares: Dolor neuropático central como complicación de un ictus.
- Enfermedades neurodegenerativas: Como Parkinson o esclerosis múltiple.
El diagnóstico se hace con:
-
- Historia clínica detallada, analizando características del dolor, inicio y evolución.
- Exploración física y neurológica, evaluando sensibilidad, reflejos y fuerza muscular.
- Pruebas complementarias:
- Electromiografía (EMG) y estudios de conducción nerviosa.
- Resonancia magnética o tomografía computarizada, si se sospechan lesiones estructurales.
- Análisis de sangre para descartar déficits vitamínicos, diabetes o infecciones.
El tratamiento del dolor neuropático debe ser integral:
-
- Farmacológico:
- Anticonvulsivantes como gabapentina o pregabalina.
- Antidepresivos tricíclicos (amitriptilina) o inhibidores de la recaptación de serotonina-noradrenalina (duloxetina).
- Analgésicos tópicos, como lidocaína en parches.
- En casos graves, opioides de acción prolongada, siempre bajo estricta supervisión médica.
- No farmacológico:
- Terapias físicas: Ejercicios de fortalecimiento y técnicas de fisioterapia.
- Estimulación nerviosa eléctrica transcutánea (TENS).
- Técnicas de relajación, meditación o mindfulness.
- Tratamiento de la causa subyacente, como controlar la glucosa en neuropatías diabéticas.
- Apoyo psicológico, para manejar el impacto emocional del dolor crónico.
- Adaptaciones en el hogar, para prevenir caídas y minimizar el riesgo de lesiones adicionales.
- Farmacológico:
Un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado mejoran significativamente la calidad de vida del adulto mayor con dolor neuropático, reduciendo su impacto funcional y emocional.
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DOLOR NEUROPÁTICO
Es un dolor que aparece cuando los nervios están dañados o no funcionan correctamente. A menudo, este dolor se siente como quemazón, pinchazos, descargas eléctricas o una sensación de hormigueo, y no está relacionado directamente con una lesión en la piel o los músculos.
Consulta a un geriatra si:
-
- El dolor persistente descrito como quemazón, pinchazos o descargas eléctricas.
- Existe hipersensibilidad al tacto, incluso con estímulos leves como el roce de la ropa.
- Tienes sensaciones anormales como entumecimiento, hormigueo o ardor en las extremidades.
- Aparece dolor espontáneo sin causa aparente o que persiste tras la curación de una lesión.
- Produce alteración del sueño debido a la intensidad del dolor nocturno.
- Causa impacto emocional como ansiedad o depresión asociada al dolor crónico.
Causas comunes en mayores de 65 años
-
- Neuropatía diabética: Lesión en los nervios periféricos debido a la diabetes mal controlada.
- Herpes zóster: Dolor postherpético tras un episodio de “culebrilla”.
- Radiculopatías: Lesión en las raíces nerviosas por hernias discales o artrosis.
- Neuropatías periféricas: Asociadas a déficit de vitamina B12, quimioterapia o alcoholismo.
- Accidentes cerebrovasculares: Dolor neuropático central como complicación de un ictus.
- Enfermedades neurodegenerativas: Como Parkinson o esclerosis múltiple.
El diagnóstico se hace con:
-
- Historia clínica detallada, analizando características del dolor, inicio y evolución.
- Exploración física y neurológica, evaluando sensibilidad, reflejos y fuerza muscular.
- Pruebas complementarias:
- Electromiografía (EMG) y estudios de conducción nerviosa.
- Resonancia magnética o tomografía computarizada, si se sospechan lesiones estructurales.
- Análisis de sangre para descartar déficits vitamínicos, diabetes o infecciones.
El tratamiento del dolor neuropático debe ser integral:
-
- Farmacológico:
- Anticonvulsivantes como gabapentina o pregabalina.
- Antidepresivos tricíclicos (amitriptilina) o inhibidores de la recaptación de serotonina-noradrenalina (duloxetina).
- Analgésicos tópicos, como lidocaína en parches.
- En casos graves, opioides de acción prolongada, siempre bajo estricta supervisión médica.
- No farmacológico:
- Terapias físicas: Ejercicios de fortalecimiento y técnicas de fisioterapia.
- Estimulación nerviosa eléctrica transcutánea (TENS).
- Técnicas de relajación, meditación o mindfulness.
- Tratamiento de la causa subyacente, como controlar la glucosa en neuropatías diabéticas.
- Apoyo psicológico, para manejar el impacto emocional del dolor crónico.
- Adaptaciones en el hogar, para prevenir caídas y minimizar el riesgo de lesiones adicionales.
- Farmacológico:
Un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado mejoran significativamente la calidad de vida del adulto mayor con dolor neuropático, reduciendo su impacto funcional y emocional.