Anorexia en el adulto mayor
Pérdida de apetito que puede llevar a la desnutrición y a la pérdida de peso.
ANOREXIA EN EL ADULTO MAYOR
1. La anorexia en este grupo se refiere a la pérdida de apetito que lleva a una ingesta insuficiente de alimentos, afectando su estado nutricional y funcionalidad. Es un síntoma frecuente que puede estar asociado a enfermedades físicas, trastornos emocionales o cambios propios de la edad.
2. ¿Cuándo deberías preocuparte?
Consulta a un geriatra si observas:
-
Disminución del apetito persistente, evitando comidas o mostrando poco interés en alimentos.
-
Pérdida de peso significativa, en poco tiempo y sin explicación aparente.
-
Falta de energía y cansancio constante, que limita la actividad diaria.
-
Pérdida de masa muscular, visible en brazos o piernas.
-
Cambios en el estado emocional, como apatía, tristeza o ansiedad.
-
Problemas asociados a la alimentación, como dificultad para masticar o tragar.
3. Causas comunes
-
Enfermedades crónicas: Como cáncer, insuficiencia cardíaca, EPOC o demencia.
-
Efectos secundarios de medicamentos, que alteran el gusto o causan náuseas.
-
Problemas dentales o disfagia: Que dificultan la ingesta adecuada.
-
Depresión o ansiedad: Que disminuyen el interés en comer.
-
Factores sociales: Aislamiento, soledad o falta de apoyo durante las comidas.
-
Cambios fisiológicos: Menor percepción del hambre o alteraciones en el metabolismo.
4. ¿Cómo se diagnostica?
El diagnóstico incluye:
-
Historia clínica detallada, evaluando hábitos alimenticios y pérdida de peso.
-
Exploración física, para identificar signos de desnutrición o pérdida muscular.
-
Análisis de laboratorio, para descartar deficiencias vitamínicas o enfermedades subyacentes.
-
Pruebas específicas, como cribado nutricional con herramientas como la Mini Nutritional Assessment (MNA).
5. Abordaje y manejo
El tratamiento se centra en identificar y corregir las causas:
-
Plan nutricional personalizado, adaptado a las necesidades y preferencias del paciente.
-
Suplementos alimenticios, para cubrir deficiencias y aportar calorías adicionales.
-
Tratamiento de enfermedades asociadas, como depresión o disfagia.
-
Estimulación del apetito, mediante comidas atractivas y en compañía.
-
Fomento de comidas frecuentes y pequeñas, en lugar de grandes porciones.
-
Revisión de medicamentos, ajustando aquellos que afecten el apetito.
-
Seguimiento continuo, para evaluar avances y ajustar el plan según resultados.
Detectar la anorexia de manera temprana permite prevenir complicaciones graves como la desnutrición o pérdida funcional, mejorando la calidad de vida.
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ANOREXIA EN EL ADULTO MAYOR
1. La anorexia en este grupo se refiere a la pérdida de apetito que lleva a una ingesta insuficiente de alimentos, afectando su estado nutricional y funcionalidad. Es un síntoma frecuente que puede estar asociado a enfermedades físicas, trastornos emocionales o cambios propios de la edad.
2. ¿Cuándo deberías preocuparte?
Consulta a un geriatra si observas:
-
Disminución del apetito persistente, evitando comidas o mostrando poco interés en alimentos.
-
Pérdida de peso significativa, en poco tiempo y sin explicación aparente.
-
Falta de energía y cansancio constante, que limita la actividad diaria.
-
Pérdida de masa muscular, visible en brazos o piernas.
-
Cambios en el estado emocional, como apatía, tristeza o ansiedad.
-
Problemas asociados a la alimentación, como dificultad para masticar o tragar.
3. Causas comunes
-
Enfermedades crónicas: Como cáncer, insuficiencia cardíaca, EPOC o demencia.
-
Efectos secundarios de medicamentos, que alteran el gusto o causan náuseas.
-
Problemas dentales o disfagia: Que dificultan la ingesta adecuada.
-
Depresión o ansiedad: Que disminuyen el interés en comer.
-
Factores sociales: Aislamiento, soledad o falta de apoyo durante las comidas.
-
Cambios fisiológicos: Menor percepción del hambre o alteraciones en el metabolismo.
4. ¿Cómo se diagnostica?
El diagnóstico incluye:
-
Historia clínica detallada, evaluando hábitos alimenticios y pérdida de peso.
-
Exploración física, para identificar signos de desnutrición o pérdida muscular.
-
Análisis de laboratorio, para descartar deficiencias vitamínicas o enfermedades subyacentes.
-
Pruebas específicas, como cribado nutricional con herramientas como la Mini Nutritional Assessment (MNA).
5. Abordaje y manejo
El tratamiento se centra en identificar y corregir las causas:
-
Plan nutricional personalizado, adaptado a las necesidades y preferencias del paciente.
-
Suplementos alimenticios, para cubrir deficiencias y aportar calorías adicionales.
-
Tratamiento de enfermedades asociadas, como depresión o disfagia.
-
Estimulación del apetito, mediante comidas atractivas y en compañía.
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Fomento de comidas frecuentes y pequeñas, en lugar de grandes porciones.
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Revisión de medicamentos, ajustando aquellos que afecten el apetito.
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Seguimiento continuo, para evaluar avances y ajustar el plan según resultados.
Detectar la anorexia de manera temprana permite prevenir complicaciones graves como la desnutrición o pérdida funcional, mejorando la calidad de vida.