Desnutrición o malnutrición
Estado de desequilibrio nutricional que puede resultar de una ingesta insuficiente o deficiente de nutrientes esenciales.
DESNUTRICIÓN Y MALNUTRICIÓN
1. ¿Qué son la desnutrición y la malnutrición?
La desnutrición es la falta de nutrientes esenciales necesarios para mantener la salud, mientras que la malnutrición incluye tanto déficits como excesos o desequilibrios en la dieta. En mayores de 65 años tienen un impacto directo en su salud física, emocional y funcionalidad.
2. ¿Cuándo deberías preocuparte?
Consulta a un geriatra si notas:
-
Pérdida de peso significativa sin motivo aparente.
-
Disminución del apetito, incluso frente a alimentos favoritos.
-
Cansancio constante y falta de energía para las actividades diarias.
-
Cambios físicos, como piel seca, cabello frágil o uñas quebradizas.
-
Inmunidad debilitada, con infecciones recurrentes.
-
Problemas para masticar o tragar, que dificulten una alimentación adecuada.
3. Causas comunes en adultos mayores
-
Problemas de salud crónicos: Insuficiencia cardíaca, demencia o enfermedades oncológicas.
-
Dificultades para masticar o tragar: Relacionadas con problemas dentales o disfagia.
-
Aislamiento o depresión: Que reducen el interés por comer.
-
Falta de acceso a alimentos nutritivos: Por limitaciones económicas o dificultad para cocinar.
-
Efectos secundarios de medicamentos, que afectan el apetito o la absorción de nutrientes.
4. ¿Cómo se diagnostican?
El diagnóstico incluye:
-
Historia clínica y evaluación de peso, observando cambios recientes o pérdida significativa.
-
Herramientas de cribado nutricional, como la Mini Nutritional Assessment (MNA), diseñada para detectar desnutrición en personas mayores.
-
Análisis de laboratorio, para medir niveles de proteínas, vitaminas y electrolitos.
-
Evaluación de la ingesta diaria, registrando cantidades y calidad de los alimentos consumidos.
5. Abordaje y manejo por geriatra y nutricionista
El tratamiento se centra en mejorar el estado nutricional y prevenir complicaciones:
-
Dieta personalizada, rica en proteínas, fibra y nutrientes esenciales.
-
Suplementos nutricionales, como batidos proteicos, en casos necesarios.
-
Intervenciones médicas específicas, para tratar enfermedades subyacentes.
-
Rehabilitación de la disfagia, si está presente, con modificaciones en la textura de los alimentos.
-
Promoción de comidas sociales, para estimular el apetito.
-
Seguimiento periódico con el geriatra y nutricionista, para ajustar el plan según necesidades.
Una atención nutricional adecuada mejora la calidad de vida, previene la pérdida funcional y reduce riesgos de hospitalización.
ARTÍCULOS
DESNUTRICIÓN Y MALNUTRICIÓN
1. ¿Qué son la desnutrición y la malnutrición?
La desnutrición es la falta de nutrientes esenciales necesarios para mantener la salud, mientras que la malnutrición incluye tanto déficits como excesos o desequilibrios en la dieta. En mayores de 65 años tienen un impacto directo en su salud física, emocional y funcionalidad.
2. ¿Cuándo deberías preocuparte?
Consulta a un geriatra si notas:
-
Pérdida de peso significativa sin motivo aparente.
-
Disminución del apetito, incluso frente a alimentos favoritos.
-
Cansancio constante y falta de energía para las actividades diarias.
-
Cambios físicos, como piel seca, cabello frágil o uñas quebradizas.
-
Inmunidad debilitada, con infecciones recurrentes.
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Problemas para masticar o tragar, que dificulten una alimentación adecuada.
3. Causas comunes en adultos mayores
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Problemas de salud crónicos: Insuficiencia cardíaca, demencia o enfermedades oncológicas.
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Dificultades para masticar o tragar: Relacionadas con problemas dentales o disfagia.
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Aislamiento o depresión: Que reducen el interés por comer.
-
Falta de acceso a alimentos nutritivos: Por limitaciones económicas o dificultad para cocinar.
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Efectos secundarios de medicamentos, que afectan el apetito o la absorción de nutrientes.
4. ¿Cómo se diagnostican?
El diagnóstico incluye:
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Historia clínica y evaluación de peso, observando cambios recientes o pérdida significativa.
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Herramientas de cribado nutricional, como la Mini Nutritional Assessment (MNA), diseñada para detectar desnutrición en personas mayores.
-
Análisis de laboratorio, para medir niveles de proteínas, vitaminas y electrolitos.
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Evaluación de la ingesta diaria, registrando cantidades y calidad de los alimentos consumidos.
5. Abordaje y manejo por geriatra y nutricionista
El tratamiento se centra en mejorar el estado nutricional y prevenir complicaciones:
-
Dieta personalizada, rica en proteínas, fibra y nutrientes esenciales.
-
Suplementos nutricionales, como batidos proteicos, en casos necesarios.
-
Intervenciones médicas específicas, para tratar enfermedades subyacentes.
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Rehabilitación de la disfagia, si está presente, con modificaciones en la textura de los alimentos.
-
Promoción de comidas sociales, para estimular el apetito.
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Seguimiento periódico con el geriatra y nutricionista, para ajustar el plan según necesidades.
Una atención nutricional adecuada mejora la calidad de vida, previene la pérdida funcional y reduce riesgos de hospitalización.