Hipotensión ortostática

Descenso brusco de la presión arterial al ponerse de pie, lo que puede causar mareos y caídas.

Pedro Manuel Sánchez Jurado - Doctoralia.es

HIPOTENSIÓN ORTOSTÁTICA

  1. La hipotensión ortostática es una caída significativa de la presión arterial al ponerse de pie, definida como una disminución de al menos 20 mmHg en la presión sistólica o 10 mmHg en la diastólica. Este problema puede causar mareos, desmayos y aumentar el riesgo de caídas, siendo especialmente común en personas mayores.
  2. ¿Cuándo deberías preocuparte?

Consulta a un geriatra si se presentan:

  • Mareos o sensación de vértigo, al levantarse de la cama o una silla.
  • Visión borrosa o aturdimiento tras cambios de posición.
  • Pérdida de equilibrio, con riesgo de caídas.
  • Desmayos o síncopes, en situaciones relacionadas con cambios posturales.
  • Fatiga o debilidad persistente, asociada a hipotensión.
  • Aumento en la frecuencia de caídas, especialmente tras levantarse.
  1. Causas comunes
  • Deshidratación: Ingesta insuficiente de líquidos o pérdida excesiva por diarrea, fiebre o sudoración.
  • Medicamentos: Antihipertensivos, diuréticos o fármacos para Parkinson.
  • Enfermedades neurológicas: Parkinson, atrofia multisistémica o neuropatías autonómicas.
  • Enfermedades cardiovasculares: Insuficiencia cardíaca o estenosis aórtica.
  • Reposo prolongado en cama: Que afecta la capacidad del sistema cardiovascular para adaptarse.
  • Alteraciones hormonales: Como insuficiencia suprarrenal.
  1. ¿Cómo se diagnostica?

El diagnóstico de hipotensión ortostática incluye:

  • Historia clínica detallada: Evaluando síntomas, medicamentos y enfermedades subyacentes.
  • Medición de la presión arterial en distintas posiciones: Supino (acostado) y de pie tras 1 y 3 minutos.
  • Pruebas complementarias:
    • Análisis de sangre para descartar anemia o desequilibrios electrolíticos.
    • Electrocardiograma (ECG) para evaluar función cardíaca.
    • Pruebas autonómicas, en casos de sospecha de disfunción neurológica.
  1. Abordaje y manejo en geriatría

El tratamiento busca aliviar los síntomas, prevenir caídas y abordar la causa subyacente:

  • Medidas no farmacológicas:
    • Aumentar la ingesta de líquidos y sal, bajo supervisión médica.
    • Uso de medias de compresión, para mejorar el retorno venoso.
    • Cambios posturales graduales, levantándose lentamente.
    • Evitar el consumo de alcohol, que puede agravar la hipotensión.
  • Tratamiento médico:
    • Ajuste de medicamentos que puedan contribuir al problema.
    • Uso de fármacos como fludrocortisona o midodrina, en casos más severos.
  • Prevención de complicaciones:
    • Adaptar el entorno, minimizando riesgos de caídas.
    • Ejercicios físicos para mejorar el tono muscular y la circulación.
  • Seguimiento periódico:
    • Evaluar la eficacia del tratamiento y ajustar según la evolución del paciente.

Con un enfoque integral, es posible reducir los síntomas, prevenir complicaciones y mejorar la calidad de vida de quienes padecen hipotensión ortostática.

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HIPOTENSIÓN ORTOSTÁTICA

  1. La hipotensión ortostática es una caída significativa de la presión arterial al ponerse de pie, definida como una disminución de al menos 20 mmHg en la presión sistólica o 10 mmHg en la diastólica. Este problema puede causar mareos, desmayos y aumentar el riesgo de caídas, siendo especialmente común en personas mayores.
  2. ¿Cuándo deberías preocuparte?

Consulta a un geriatra si se presentan:

  • Mareos o sensación de vértigo, al levantarse de la cama o una silla.
  • Visión borrosa o aturdimiento tras cambios de posición.
  • Pérdida de equilibrio, con riesgo de caídas.
  • Desmayos o síncopes, en situaciones relacionadas con cambios posturales.
  • Fatiga o debilidad persistente, asociada a hipotensión.
  • Aumento en la frecuencia de caídas, especialmente tras levantarse.
  1. Causas comunes
  • Deshidratación: Ingesta insuficiente de líquidos o pérdida excesiva por diarrea, fiebre o sudoración.
  • Medicamentos: Antihipertensivos, diuréticos o fármacos para Parkinson.
  • Enfermedades neurológicas: Parkinson, atrofia multisistémica o neuropatías autonómicas.
  • Enfermedades cardiovasculares: Insuficiencia cardíaca o estenosis aórtica.
  • Reposo prolongado en cama: Que afecta la capacidad del sistema cardiovascular para adaptarse.
  • Alteraciones hormonales: Como insuficiencia suprarrenal.
  1. ¿Cómo se diagnostica?

El diagnóstico de hipotensión ortostática incluye:

  • Historia clínica detallada: Evaluando síntomas, medicamentos y enfermedades subyacentes.
  • Medición de la presión arterial en distintas posiciones: Supino (acostado) y de pie tras 1 y 3 minutos.
  • Pruebas complementarias:
    • Análisis de sangre para descartar anemia o desequilibrios electrolíticos.
    • Electrocardiograma (ECG) para evaluar función cardíaca.
    • Pruebas autonómicas, en casos de sospecha de disfunción neurológica.
  1. Abordaje y manejo en geriatría

El tratamiento busca aliviar los síntomas, prevenir caídas y abordar la causa subyacente:

  • Medidas no farmacológicas:
    • Aumentar la ingesta de líquidos y sal, bajo supervisión médica.
    • Uso de medias de compresión, para mejorar el retorno venoso.
    • Cambios posturales graduales, levantándose lentamente.
    • Evitar el consumo de alcohol, que puede agravar la hipotensión.
  • Tratamiento médico:
    • Ajuste de medicamentos que puedan contribuir al problema.
    • Uso de fármacos como fludrocortisona o midodrina, en casos más severos.
  • Prevención de complicaciones:
    • Adaptar el entorno, minimizando riesgos de caídas.
    • Ejercicios físicos para mejorar el tono muscular y la circulación.
  • Seguimiento periódico:
    • Evaluar la eficacia del tratamiento y ajustar según la evolución del paciente.

Con un enfoque integral, es posible reducir los síntomas, prevenir complicaciones y mejorar la calidad de vida de quienes padecen hipotensión ortostática.

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